Uno de los síntomas de que la labor de un centro educativo es más que satisfactoria es cuando mejora el entorno en el que se ubica. En el caso del Colegio Público Juan Ramón Jiménez de Barakaldo esta misión está cumplida con creces. Hace seis meses alumnas de este centro educativo acudieron a una de las rutas organizadas por el Consistorio fabril para detectar puntos inseguros para las mujeres y éstas alumnas dieron consejos a los técnicos municipales.

El Ayuntamiento de Barakaldo tomó buena nota de los consejos dados por las jóvenes y hoy, medio año después, esas mejoras ya son toda una realidad. Así, se han colocado espejos en cuatro puntos de Gurutzeta: el scalextric de la calle Balejo, la plaza Cantarrana, el zig-zag del rocódromo de Gurutzeta y el túnel que conecta este barrio con Retuerto. Con estos trabajos se busca mejorar la visibilidad y la seguridad de estos puntos de la geografía barakaldarra. “Una vez recibimos las propuestas que nos realizan las jóvenes de Juan Ramón Jiménez, nuestro concejal David Arribas y un técnico municipal del área que dirige recorrieron el barrio para comprobar qué se podía hacer. Hoy, contamos con más espejos para ver claramente si alguien está esperando al otro lado y así poder sentirnos más seguras”, indicó Amaia del Campo, alcaldesa de Barakaldo.

Tras estas propuestas realizadas por el alumnado de Juan Ramón Jiménez está el trabajo de cerca de 75 alumnos y alumnas de cuarto, quinto y sexto de Primaria. Las tareas estaban bien definidas, mientras ellas analizaban las calles de su barrio a través de sus vivencias personales, ellos eran los encargados de preguntar a las mujeres de su entorno sobre cuáles eran los puntos que, a su juicio, transmitían una menor sensación de seguridad. “De esta manera, ellos también se conciencian acerca de las situaciones de inseguridad que vivimos las mujeres en la calle por el mero hecho de serlo”, señaló Itsasne Etxebarria, tutora de quinto de Primaria en el centro educativo barakaldarra. Así, más allá de lograr mejorar las calles de Gurutzeta, este proyecto también buscaba que los niños fuesen conscientes de los cambios que son necesarios en la sociedad y, en especial, en las actitudes de algunos hombres para hacer de este mundo un lugar realmente igualitario entre hombres y mujeres.

Ayer, todo ese trabajo tuvo recompensa más allá de la misma ejecución de los trabajos llevada a cabo por el Ayuntamiento de Barakaldo, sino que, también, el alumnado del Juan Ramón Jiménez recibió un diploma de manos de la alcaldesa de Barakaldo. Las encargadas de recogerlo fueron Haizea, Alazne, Maider y Malak, cuatro de las alumnas que han impulsado este proyecto pionero en la localidad. “Ahora que han hecho las obras que les aconsejamos, andamos más tranquilas por la calle. Estamos muy contentas de que hayan tenido en cuenta nuestra opinión”, señalaron las jóvenes. En la actualidad, con la instalación de estos espejos, estas jóvenes y otras muchas mujeres que transiten por alguno de los cuatro puntos en los que la seguridad se ha reforzado con la instalación de estos elementos, podrán andar más tranquilas y sin tener que echar tanto la vista hacia atrás. De este modo, el alumnado del Colegio Público Juan Ramón Jiménez de Gurutzeta ha abierto, de forma pionera, el camino a otros centros educativos del municipio para que tomen parte en futuras rutas para detectar puntos inseguros para las mujeres y, así, cooperar para mejorar sus barrios.