No hay duda de que comer sano cuando se dispone de poco tiempo es un verdadero reto, sin embargo, con un poco de planificación y organización, es posible mantener una alimentación equilibrada y nutritiva. Para ello, los expertos recomiendan seguir estos sencillos consejos:
- Un desayuno saludable. Es una forma de asegurarse una primera comida sana, para lo que deparará el día. La mejor opción de desayuno, por su aporte de nutrientes y la sencillez en su elaboración, es optar por mezclar frutas con yogur, algo de canela y frutos secos. Si no tienes tiempo, ni siquiera para tomarte el desayuno tranquilo en casa, prueba a preparar una macedonia casera que puedes llevar fácilmente al trabajo.
- Fija un horario de comida. La mejor forma comer bien si se está muy atareado es contemplar la hora de la comida en la agenda, como una tarea más.
- Evita saltarte las comidas. Saltarte el almuerzo o la cena hará que sientas más hambre y recurras a alimentos menos saludables.
- Respetar todas las comidas del día. Evitará que sientas cansancio y te ayudará a ser más productivo durante el día.
- Comer sentado. Aunque tengas poco tiempo, procura sentarte a comer en un ambiente relajado y disfruta de cada bocado. Es clave para una correcta digestión.
- Hacer un menú y una lista. Dedicar un tiempo para planificar las comidas semanales es muy útil para llevar una dieta sana. Un buen truco consiste en elaborar primero una lista de alimentos saludables que nos gusten y que sean fáciles de preparar.
- Apostar por el ‘batch cooking’, o lo que es lo mismo, cocinar varios platos de la semana en una mañana o tarde libre para dejarlos preparados para el resto de días.
- Utilizar electrodomésticos eficaces y rápidos. Facilitan un cocinado saludable en poco tiempo, como por ejemplo la olla exprés, la freidora de aire o el horno.
- El táper, mejor con cabeza. Cuando no queda más remedio que comer en el lugar de trabajo, la opción más sabia para la salud es elegir siempre comidas que incluyan todos los nutrientes necesarios para el organismo.
- Aperitivos sanos. Que no falten aperitivos sanos siempre a mano, como por ejemplo frutas, frutos secos, yogur griego, zanahorias o palitos de apio, para evitar recurrir a opciones poco saludables cuando el hambre apriete.
