A primera hora de esta mañana de jueves las dos fuentes ornamentales que durante décadas han sido un referente en El Arenal de Bilbao han resurgido de sus cenizas volviendo a expulsar agua por las ranas y los tritones tras más de un año de obras.

La intervención llevada a cabo por el Ayuntamiento ha supuesto "una restauración científica", según ha explicado Kepa Odriozola, concejal de Obras Públicas y Servicios, que se ha llevado a cabo desde la entidad municipal Bilbao Arte. Le acompañaba, Asier Abaunza, responsable Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público que ha invertido en la intervención cerca de 100.000 euros.

Se trata de la recuperación de dos fuentes gemelas cuya base estaba a ras de suelo y que presentaba cada una en el centro, un tritón sosteniendo una carpa y cuatro ranas en otras tantas esquinas. Todo el conjunto se alza sobre una peana de mármol blanco con azulejos y los cinco elementos, realizados en fundición, expulsan agua a la pileta con un diseño neomudejar en su base.

Estado previo deficiente

El estado previo a la restauración era bastante deficiente debido al paso del tiempo y a que las raíces de los plataneros circundantes habían afectado seriamente al sistema hidráulico que aportaba agua a los surtidores. Ello obligó a dejar secas las fuentes varios años y pensar en una restauración integral que solventara otros problemas presentes desde hace varios lustros como, por ejemplo, retirar los sucesivos repintados de las piezas de fundición. 

Asier Abaunza y Kepa Odriozola con una de las fuentes restauradas a su espalda Oskar Gonzalez

También se ha modernizado la base de mármol de tritones, que presentaba grietas de roturas de anteriores movimientos, se han retirado de los azulejos las incrustaciones calcáreas presentes, además de solucionar las grietas, fisuras y pérdidas de volumen que presentaban varios de ellos. 

Igualmente, los ladrillos cara vista se han limpiado aquellos cuya estructura era válida y los que no se han colocado nuevos. Odriozola ha indicado que "en la restauración se ha mantenido el 90% de las piezas originales incluyendo los cantos rodados que conforman una estrella debajo de la figura central".

"En la restauración se ha mantenido el 90% de las piezas originales".

Kepa Odriozola - Concejal de Obras Públicas y Servicios

Iciar Rodríguez, responsable de Conservación del Patrimonio Artístico de Bilbao, ha destacado "el minucioso trabajo realizado por Bilbao Arte que incluso ha contado con la colaboración de Maite Leyun, una ceramista de prestigio que ha participado en la realización de los nuevos azulejos colocados". 

Rodríguez también ha detallado como "retirar las sucesivas capas de pintura acumulada de las ranas ha permitido sacar todos los detalles de los nervios y las ancas" de unas piezas fundidas nada más y nada menos que en 1850.

Del año 1850

Solo una de las ocho ranas es de nuevo cuño después de que la original desapareciera hace unos años. En este sentido y para evitar que se produzcan actos de vandalismo "las figuras han sido ancladas a la base soldando los tornillos", ha desvelado el edil del Obras Públicas y Servicios. 

Todo el conjunto se ha elevado cerca de diez centímetros sobre su ubicación original a ras de acera para colocar por debajo del mismo una placa de hormigón que evite deteriores futuros causados por el crecimiento de las raíces de los plataneros, además de dar más presencia a los surtidores y obstaculizar que la pileta se llene de hojas que arrastre el viento en otoño.

Una de las ranas recuperadas con todos los detalles a la vista. Todas las piezas han sido ancladas a la base para evitar actos vandálicos Oskar Gonzalez

La conservadora ha recordado que estas piezas son históricas y suma cada una de ellas 184 años. Los dos tritones y los ocho batracios proceden de una fuente original de finales del siglo XIX, que se encontraba en la Plaza Nueva y de la que por la documentación gráfica guardada se conformaba en una pileta octogonal de cerca de 70 centímetros de altura. En el centro había ocho tritones con carpa, de los que solo se conservaron dos, y las ranas se ubicaban en las ocho esquinas expulsando agua por su boca.