Cruzar las puertas del Castillo de Muñatones en Muskiz es asomarse a uno de los momentos más espectaculares del medievo vizcaino y a las vidas y andanzas de la nobleza rural de esta zona de las antiguas Encartaciones. Allí emerge con fuerza el linaje de la familia Salazar desde los tiempos en que Juan López de Salazar recibió como dote, en su boda con Inés de Muñatones, el solar en el que se construyó la primera Torre de San Martín en 1339. Posteriormente fortificada con varias murallas exteriores que han llegado hasta nuestros días, Muñatones era un lugar estratégico geográfico y comercial entre otros motivos por la proximidad al puerto de San Martín. Hoy en día de la mano de la Ferrería de El Pobal es uno de los monumentos históricos más visitados de Bizkaia y desde el pasado día 16 de octubre cuenta con un excepcional recurso ilustrativo que desde este domingo podrá ser contemplado por los asistentes a las visitas guiadas y eventos que se organizan desde la Diputación foral de Bizkaia en este tesoro patrimonial. Se trata de una lámina realizada por el pintor gasteiztarra, Pablo Uranga en 1917 para el industrial Ramón de la Sota y basada en el libro de las Bienandanzas y Fortunas escrito por Lope García de Salazar.

Reyerta

En la lámina, que se acompaña con un retrato del pintor, se detalla la reyerta en la que participó Juan Sánchez de Salazar, abuelo de Lope, en Castro Urdiales. “La lámina supone un refuerzo visual muy importante a la hora de explicar la vida y obra de sus moradores, que no podemos obviar eran nobles, pero eran hombres de armas que mantenían frecuentes disputas con otras importantes familias por el control de las vías comerciales y los productos que por allí transitaban”, señala Marta Zabala directora de El Pobal. En la lámina se recrea una escena en la que se ve como hieren de muerte a Juan Sánchez de Salazar. Este hombre al parecer estaba en su casa de Castro y se vio envuelto en una reyerta entre dos familias nobiliarias: los Marroquines y los Amorós. “Tal y como cuenta la leyenda del boceto extraído de la obra de Lope García Salazar, Juan Sánchez fue herido por Bernal de las Calabazas. El Salazar fue entonces trasladado desde Castro Urdiales en barca hasta la Torre de San Martín donde moriría cuatro días después de la disputa”, detalla Zabala. La consecución de este importante recurso que acompaña al enorme soporte de aluminio que recoge imágenes de la evolución de la torre San Martín hasta nuestros días, el linaje de los Salazar y la imagen a escala real del cronista banderizo se debe a la especialista Ana Prestamero y a la nieta del pintor Pablo Uranga, que donará el boceto original a la Diputación foral de Bizkaia.

Siguiendo la pista a la obra –parte de un conjunto de lienzos de corte épico pintados para adornar la casa de Ramón de la Sota en Getxo–, se descubrió que algunos murales, fueron a su palacio de Ibaigane y a su casa de verano en Biarritz y ahora se subastan.