La que debía haber sido una apacible mañana más en el bucólico entorno de Ajangiz se ha tornado en un viernes negro como consecuencia de un infortunado accidente. Dos personas han fallecido durante un incendio ocurrido en el caserío Auzokoa, donde residían un matrimonio y la hermana de la mujer. Todos de avanzada edad. Las víctimas mortales, Pablo Martija, de 73 años, e Izaskun Rodríguez, de 71 años, estaban en situación de dependencia y era Idoia Rodríguez, mujer y hermana de cada uno, respectivamente, quien los atendía. Precisamente, ha sido ella la única que ha podido salvar su vida después de ser trasladada por los servicios de emergencias al hospital de Gernika, donde la han tratado por inhalación de humo. La Ertzaintza investiga el origen del fuego aunque las primeras investigaciones apuntan que ha podido ser provocado por un cortocircuito.

Los hechos han ocurrido alrededor de las diez de la mañana. Las densas columnas de humo negro que emergían de la majestuosa fachada, presidida por siete ventanas y tres balcones, han alertado a los vecinos de la zona de que algo no iba bien. Según varios testigos, al observar la intensa humareda, un hombre que caminaba por la carretera, muy frecuentada por ciclistas y paseantes, ha tratado de acceder al caserío. Sin embargo, no ha conseguido subir las escaleras y ha llamado a los servicios de emergencias. Tras desplazarse al lugar, varias dotaciones de bomberos han accedido a la vivienda afectada.

“Era como si un neumático hubiera cogido fuego”, ha descrito, a primera hora de la tarde y aún con el susto en el cuerpo, Mila Guarrotxena, vecina del caserío adyacente, que ha sido testigo de cómo unas espesas nubes negras brotaban de la vivienda. “Mi marido ha intentado entrar hasta el pórtico, pero no nos ha dado tiempo a nada. Cuando nos hemos dado cuenta ya habían llegado la Ertzaintza, los bomberos y las ambulancias”, ha explicado esta vecina, quien ha indicado que los servicios de emergencias los han mantenido informados en todo momento. “Al principio nos han trasladado que la cosa estaba muy mal ahí dentro. Luego nos hemos enterado de que había dos fallecidos”, ha expresado, con rostro compungido.

“Los bomberos han roto la ventana del balcón de la derecha para poder entrar dentro”, ha detallado esta testigo, que ha visto cómo los bomberos forales han sofocado el incendio. Según han explicado fuentes de la Diputación Foral de Bizkaia, el fuego ha afectado principalmente a la primera planta del caserío mientras que la segunda planta está afectada solo por humo. “Tenían cocina de leña, pero el fuego, por lo visto, se ha originado arriba. Algún ertzaina ha dicho que probablemente ha sido un cortocircuito”, ha explicado Mila Guarrotxena, en las inmediaciones de su caserío, que el día de hoy ha estado más transitado que nunca. 

Después de que los bomberos hayan sofocado el fuego, el caserío ha sido acordonado a la espera de que la autoridad judicial ordenara el levantamiento de los cadáveres. Hasta la zona se han acercado numerosos vecinos de la localidad, así como familiares de la víctimas que han sido informados por los servicios de emergencias del desarrollo de las investigaciones. La policía científica ha sido la última en abandonar el caserío Auzokoa, a las 13.58 horas. “No es el mejor momento para acceder a la vivienda”, ha trasladado un agente a los familiares –entre los que se encontraba el único hijo del matrimonio implicado en el accidente– que en ese instante esperaban, al otro lado del cordón policial, a tener más detalles sobre el fatídico incidente. Mientras tanto, la única superviviente ha sido atendida por intoxicación de humo en el cercano hospital de Gernika, lo que hace suponer que su estado no revestía gravedad. 

Un caserío monumental

  • De madera. “Está catalogado como monumento. La casa estaba restaurada hacía relativamente poco”, ha expresala vecina Mila Guarrotxena en relación a la reforma que los residentes en el caserío Auzokoa habían acometido hace seis o siete años. “Esta todo nuevo, de madera. De hecho las ventanas son de madera iroco, una de las más resistentes del mercado”, ha detallado.
  • Con solera. Documentos históricos de Ajangiz hablan de la existencia de un caserío denominado Auzokoa desde el siglo XVII. Lo que se sabe a ciencia cierta es que el caserío Auzokoa, descrito en como “una casa de labranza palaciega”, fue reedificada hacia 1820 debido a la implicación de Félix Pertika, dueño de entonces, en la construcción de la iglesia parroquial. Actualmente la casa, que corresponde al caserío tradicional de final de Barroco popularizado en Bizkaia, está segregada en dos viviendas.