Cuando apenas quedan tres días para conmemorar el 87 aniversario del bombardeo de Gernika –los actos principales se desarrollarán este viernes–, el lehendakari Iñigo Urkullu visitó ayer la localidad para el acto de proclamación de la localidad, que el 26 de abril de 1937 fue casi arrasada por las bombas lanzadas por la Luftwaffe nazi alemana y la Aviazione Legionaria fascista italiana –con la aquiescencia del bando franquista–, como Lugar de Memoria Democrática e inaugurar la cubierta que a partir de ahora protegerá el bunker de Astra. En la misma, Urkullu ensalzó el “compromiso con la memoria de Gernika”.

Varios de los momentos vivido en la jornada de ayer durante la inauguración de la cubierta del búnker de Astra, en Gernika-Lumo. Irekia

Urkullu, que estuvo acompañado por la los consejeros Nerea Melgosa (Igualdad, Justicia y Políticas Sociales) y Bingen Zupiria (Cultura y Política Lingüística), además del alcalde gernikarra, José María Gorroño, sostuvo que la localidad es ejemplo en cuanto a “la investigación, la generación y transmisión de conocimiento, la difusión, la internacionalización, la pedagogía social, la reflexión crítica y ética, y la afirmación de principios y valores democráticos”. Es más, resaltó que estas “han sido, son y serán señas de identidad de Gernika”. En palabras del lehendakari, “el mausoleo en memoria de las víctimas, el Museo de la Paz, los refugios antiaéreos, los itinerarios, las obras de arte, los premios Gernika, el Centro de Documentación, las publicaciones, audiovisuales, congresos… son el vivo reflejo de dicho compromiso con la memoria de Gernika”. Estos emplazamientos están incluidos en la reciente declaración del Gobierno español de la villa como Lugar de Memoria Democrática.

A escasas fecha de un nuevo 26 de abril en el que Gernika-Lumo recordará a las víctimas de su atroz ataque aéreo, Urkullu no quiso dejar pasar la oportunidad de reconocer a ese colectivo que tanto sufrió en diversas localidades vascas –Durango, Otxandio, Eibar... así hasta un listado de 1.220 operaciones llevadas a cabo en Euskadi, entre julio de 1936 y agosto de 1937–. “Víctimas injustas”, dijo el lehendakari. “Homenajeamos a todas y todos los vascos que dieron su vida por la libertad, la democracia, y la justicia frente a las fuerzas fascistas y junto al recuerdo y homenaje… el reconocimiento; reconocimiento a quienes durante décadas han aportado lo mejor de sí mismos para hacer de Gernika el referente local y global que hoy es: instituciones, organizaciones de la sociedad civil, entidades culturales, sociales y memorialistas... el trabajo colaborativo nos ha traído hasta aquí” profundizó, que finalizo su alocución reafirmando la apuesta por “reforzar el compromiso” y “fomentar la colaboración” para seguir haciendo de Gernika “un símbolo mundial de paz y memoria en este mundo en guerra en el que se suceden las violaciones de los Derechos Humanos. De Gernika al mundo: este es nuestro reto y compromiso”.