No hay que tener una bola de cristal ni tener dotes adivinatorias para adelantar que este viernes, a partir de las 18.00 horas, la iglesia de San Juan Bautista de Muskiz se va a quedar terriblemente pequeña para acoger el sepelio en honor y recuerdo a José Antonio de la Peña, un hombre tranquilo con doble nacionalidad –ortuellara porque allí le parió su madre, y muskiztarra de corazón porque allí le llevó el amor a su mujer– que escondía tras una cuidada apariencia de docilidad, casi como la de Martín Romaña del escritor peruano Alfredo Bryce Echenique que era capaz de ahogarse por no molestar, escondía una efervescencia contagiosa que le llevó a hilvanar, como que no quiere la cosa, ánimos y voluntades para desarrollar su gran pasión: el deporte.

Tejedor de armaduras a medida para sus siempre agradecidos clientes, este sastre no daba puntada sin hilo allí donde se implicaba. José Antonio, un vecino sin referencias que llegó hace más 60 años a un pueblo al que solo conocía por sus romerías y poco más, salvo claro está que allí conocería al amor de su vida, Esmeralda Izaguirre, siempre fue un culo inquieto que participó en la fundación de la Unión Deportiva Muñatones, en el Club de Montaña Mello, en la asociación de comerciantes, en la asociación de jubilados y pensionistas o en el consejo asesor de planeamiento en representación de este colectivo.

Balonmano en Muskiz

Una labor de emprendizaje social que ha calado muy hondo en la familia ligada al balonmano de Muskiz, surgido en 1968 del que todavía era presidente honorífico. “Hoy es un día muy triste para nuestro club, ha fallecido nuestro presidente don José Antonio de la Peña, un referente en el balonmano vasco y muy especialmente en nuestro pueblo. Una vida dedicada a fomentar e impulsar el balonmano. Dejas un enorme vacío en nuestros corazones. Te echaremos de menos presi”, escribían el pasado día 29 de abril en la cuenta de Facebook del club.

Un anuncio al que siguió la notificación de que en todos los partidos de las distintas categorías de balonmano de Bizkaia y en aquellos que se celebren en el Territorio Histórico de Bizkaia durante las próximas jornadas hasta el 5 de mayo, se guardará un minuto de silencio en homenaje y recuerdo a su memoria.

Una memoria que el Ayuntamiento de Muskiz estudia alargar con varias alternativas entre las que figura la posibilidad de que la cancha del polideportivo municipal de Muskiz lleve el nombre de este singular vecino que supo dar lo mejor de sí para que el deporte –no solo el balonmano– fuera una seña de identidad de la juventud muskiztarra.

Un empeño que, alejado ya de las responsabilidades directas en el club que tantas alegrías le proporcionaba, derivó su espíritu inquieto a modernizar el concepto del club de jubilados de Muskiz que presidía. Lo dicho. Este viernes San Juan se quedará pequeña para honrar la memoria de Jose Antonio De la Peña.