ATHLETIC gorri ta zuria / Danon-tzat zara zu geuria / Herritik sortu ziñalako / Maite zaitu herriak. Nunca como durante toda la jornada de ayer se pudo confirmar la absoluta exactitud contenida en la letra del tantas veces repetido himno del Athletic, surgida de la pluma de nuestro añorado compañero de DEIA Antxon Zubikarai –que, como tantos otros, no ha podido disfrutar y compartir estos momentos de ver a su equipo campeón. Goian bego–, en la que más de un millón de personas se echó a la calle a lo largo y ancho del recorrido de la gabarra. En efecto, el Athletic es “nuestro”, de toda Bizkaia y su afición: “Porque surgiste del pueblo, el pueblo te quiere”. No son los títulos los que hacen grande a un club. O no, al menos, en el caso del Athletic, como tantas veces ha quedado demostrado. El evento de la gabarra celebrado ayer pasará a la historia como la mayor concentración de personas jamás vivida no solo en Bilbao y Bizkaia, sino en Euskadi. Como el propio Athletic, su afición también es única en el mundo, de modo que el de ayer fue un acontecimiento sin igual, grandioso, emotivo, multitudinario, pleno de orgullo y al mismo tiempo respetuoso con los genuinos valores y tradición rojiblancos. Los cuarenta años transcurridos desde la última vez que la gabarra surcó la Ría habían creado una especie de leyenda que se ha transmitido entre diferentes generaciones. Al igual que las gabarras del 83 y del 84, la celebración de ayer perdurará en la memoria de los centenares de miles de vizcainos y también de los seguidores rojiblancos venidos de otras partes que estuvieron apostados en ambas márgenes de la emblemática Ría, y formará parte asimismo de la memoria y del patrimonio colectivos. Es justo reconocer, en este sentido, el acierto de quienes, como Cecilio Gerrikabeitia, tuvieron la intuición y la tenacidad suficiente como para imaginar y concretar un evento de estas características, que sigue asombrando al mundo. El espectáculo, por otra parte, transcurrió con plena normalidad, gracias tanto a la impecable actitud mostrada, una vez más, por los aficionados como por el minucioso servicio de prevención y seguridad implantado que propició la ausencia de incidentes de mención. Desde DEIA nos unimos a la alegría de toda Bizkaia por un Athletic txapeldun y al espíritu del que surgió y que lo alimenta.