LOS 105 concesionarios de automoción que desarrollan su actividad en Euskadi dan trabajo a 6.892 personas. Son profesionales que desarrollan su actividad diseminados en 263 puntos de venta y servicio –26 de media por cada uno–, lo que dificulta percibir la aportación real al empleo de este sector. Considerados en conjunto, esos casi siete mil individuos superan con creces la plantilla de una gran factoría (la de Mercedes-Benz en Gasteiz cuenta con unos cinco mil trabajadores).

El revelador dato lo facilitaba este miércoles Marta Blázquez, presidenta de Faconauto, en la VIII Jornada Deia del Automóvil. La directiva de la patronal de la distribución puso en valor la aportación social y económica de las empresas del ramo. Además de generar empleo, con contratos fijos en el 97 % de los casos, los concesionarios aportan cerca del 1,5 % del PIB vasco (el dato es de 2022).

Facturaron el año pasado 1.478 millones de euros, un 27,6 % más que el ejercicio anterior. El desglose revela que el grueso de esa cantidad, 887 millones, corresponde a la venta de 24.408 vehículos nuevos. El mercado de ocasión sumó otros 386 millones, mientras que el servicio posventa contribuyó al balance con 205 millones más.

Ampliando el foco se constata que en el mercado español compiten 2.006 concesionarios, que disponen de más de cinco mil puntos de venta. Ocupan a 161.287 profesionales, el 0,76% de la población activa. La facturación conjunta creció un punto menos que en la CAV, alcanzando los 45.762 millones de euros (28.789 por nuevas matriculaciones, 11.553 por VO y 5.420 en el taller). El sector de la distribución de automóviles aporta el 3,1 % del PIB.

Marta Blázquez mostró su preocupación por la lenta evolución de las ventas de automóviles en los primeros meses del año, así como por “el letargo de la electrificación”. Una inquietud compartida por los tres representantes de marcas que también participaron en la Jornada Deia del Automóvil: José María Galofré, CEO de Volvo, Carlos de Luis, director de comunicación de SEAT y Cupra, y Carlos Olaso, director de Subaru y SsangYong. Coincidieron en el diagnóstico del mercado, “prácticamente plano en 2024”, aunque dejan cierto margen para la esperanza. Vaticinan un leve crecimiento al final del ejercicio, lo que permitiría superar ligeramente la barrera psicológica del millón de nuevas matriculaciones.

La presidenta de los concesionarios españoles matizó que esa atonía general de las ventas presenta alguna singularidad en el caso del mercado vasco. En los tres primeros meses del año, Bizkaia crece un 5,3 % al registrar 3.296 matriculaciones de turismos, y Gipuzkoa contabiliza 1.826 operaciones; sin embargo, Araba pincha (-5,1 %) y acumula 955 estrenos. Si el escenario no cambia, la proyección anual de esta tendencia anima a pronosticar un volumen final de 24.533 unidades en Euskadi, apenas un centenar más de las entregadas en 2023.

La electrificación sigue siendo, a juicio de los expertos, una de las asignaturas pendientes para alcanzar el reto de la descarbonización. La demanda de automóviles a batería e híbridos enchufables es aún insuficiente, pese al incremento experimentado en 2023, cuando se vendieron 51.612 eléctricos y 62.164 enchufables (un 43 % más que en 2022). En el primer trimestre del año en curso ese segmento del mercado ha progresado bastante menos, tan solo el 11,1 %, y contabiliza 27.086 unidades. Las cifras del País Vasco son pequeñas (754 unidades), pero levemente más esperanzadoras al suponer un incremento del 12,4 %. Las ventas de VE y PHEV en Bizkaia computan 441 ejemplares, duplicando el registro provisional guipuzcoano y cuadriplicando el alavés.

Por otra parte, los ponentes en la Jornada Deia advierten en la administración española una clara animadversión hacia los automóviles de combustión, por lo que descartan toda posibilidad de incentivar su venta. A juicio de los representantes del sector, estos modelos de gasolina con tecnología moderna pueden ser parte de la solución para reducir las emisiones renovando el envejecido parque móvil. La edad media del español está en 14,3 años; la del vasco alcanza los 14,5.

El 65 % de los turismos que circulan por Euskadi supera los diez años, antigüedad que evidencia su potencial contaminador. Algunos de esos vehículos son tan veteranos, y por ello obsoletos, que se pagaron en pesetas. Entre nosotros hay 9.055 automóviles con etiqueta medioambiental ‘Cero’, que suponen solamente el 0,9 % de la flota en activo. El 4,1 % de la misma, 42.791 vehículos, luce el distintivo ‘Eco’. El grueso del parque está conformado por turismos con etiquetas C y B, que suman respectivamente 335.669 (32 %) y 369.536 (35,3 %) unidades. Uno de cada cuatro turismos localizados en Euskadi (el 27,8%, exactamente) carece de etiqueta.