Las fuerzas israelíes cerraron ayer completamente el cruce fronterizo de Rafah, entre Egipto y Gaza, al paso de personas y de cualquier ayuda humanitaria tras tomar el control militar de esta área del lado palestino, dijo el portavoz de la Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas, Jens Laerke. “Las fuerzas de defensa de Israel están ignorando completamente todas las advertencias de lo que esto puede significar para los civiles y para las operaciones humanitarias en toda la Franja de Gaza”, denunció, en relación a este bloqueo que deja sin acceso a la ayuda más esencial para sobrevivir a toda la población de este territorio palestino.

Por el cruce de Rafah entraba hasta ahora la mayor parte de la limitada asistencia humanitaria que ha permitido Israel desde el inicio de la guerra, el pasado octubre. El cruce secundario de Kerem Shalom, entre Gaza e Israel, por donde entraba un reducido volumen de suministros humanitarios desde el pasado diciembre fue nuevamente cerrado hace unos días por Israel y no fue reabierto a pesar de que se comprometió con Estados Unidos que lo haría.

“Esto significa que ahora las dos principales arterias para hacer entrar ayuda a Gaza están selladas, lo que hace que sea una de las jornadas más negras en los siete largos meses que dura esta pesadilla”, lamentó Laerke.

Las autoridades israelíes tampoco están permitiendo que el personal humanitario de la ONU se acerque al paso fronterizo para coordinar la reanudación de los movimientos humanitarios. Las limitaciones impuestas por Israel al flujo de suministros humanitarios que podían entrar en Gaza es la razón por la que prácticamente toda la ayuda ha sido distribuida casi de inmediato tras su entrada al territorio y que no hayan reservas de alimentos, agua potable o de combustible para que los camiones puedan funcionar. Sin combustible “los camiones, los generadores (de hospitales y otros lugares esenciales) y los equipos de comunicación están en peligro. Todo deja de funcionar sin diésel”, explicó el portavoz. El 76 % del territorio de la localidad de Rafah (extremo sur de Gaza) está comprendido en el área de evacuación de civiles ordenada por Israel y donde también hay tres centros médicos y seis almacenes de uso humanitario.

Laerke confirmó que en las últimas horas la población desplazada en Rafah reaccionó con pánico y desesperación al aviso de la incursión armada israelí, desplazándose nuevamente incluso hacia el devastado norte de Gaza.

La ONU indicó que intentará averiguar con las autoridades israelíes si también ha detenido en el cruce de Kerem Shalom el escaneado de los camiones que debían llevar ayuda a Gaza por cualquiera de los puntos de entrada, incluyendo el de Erez en el norte del enclave, abierto para reducidos volúmenes de ayuda para las cientos de miles de personas que quedan en ese sector de Gaza.

“Alcance limitado”

Según la Casa Blanca, Israel ha asegurado a Estados Unidos que la operación en el enclave de Rafah tiene un “alcance limitado”. “Lo que nos han informado nuestros homólogos israelíes es que esta operación fue limitada y diseñada para cortar la capacidad de Hamás de hacer contrabando con armas y fondos en Gaza”, dijo John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Washington lleva semanas advirtiendo al Gobierno de Benjamín Netanyahu que no le apoyará en “una invasión a gran escala” de Rafah, donde se refugian más de un millón de palestinos que han huido de la guerra y la devastación del resto de la Franja de Gaza. “Vamos a estar observándola de cerca. Estamos monitoreándola, pero como la han descrito no es de un tamaño, escala o duración que se pueda equiparar con una operación terrestre importante, pero nuevamente, apenas está comenzando”, detalló Kirby.

El portavoz recordó que el presidente estadounidense, Joe Biden, conversó el lunes con Netanyahu y le recordó la oposición de Washington a una operación terrestre a gran escala en el enclave. “No queremos ver ninguna operación en Rafah que no tenga en cuenta la seguridad y protección de las personas que se encuentran allí”, reiteró Kirby.

Negociaciones para una tregua

Paralelamente, ayer arrancó en El Cairo una nueva ronda de conversaciones para alcanzar una tregua integral en la Franja de Gaza con la participación de delegaciones de Egipto, Catar, Estados Unidos, Hamás, y una delegación israelí, informó la televisión estatal egipcia Al Qahera News. La cadena, muy próxima a los servicios de Inteligencia del país norteafricano, indicó que estas delegaciones iniciaron las consultas “para completar las discusiones para alcanzar una tregua integral en Gaza”. La fuente añadió que se están realizando “intensos esfuerzos” por parte de los egipcios para “contener la situación” en Gaza, después de la toma del control del lado palestino del paso de Rafah.

Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, dijo que el anuncio de tregua de Hamás “buscaba torpedear la entrada” de las fuerzas israelíes en Rafah, mientras que el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aseguró esta operación no se detendrá hasta que haya eliminado completamente a Hamás en la zona.

En corto

Borrell

Crisis humanitaria. El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell, afirmó ayer que la ofensiva terrestre emprendida por el Ejército israelí en Rafah provocará una crisis humanitaria “aún más grande” que la que ya sufre Gaza. “Ciertamente la situación es muy preocupante. No puedo anticipar las pérdidas humanitarias que esto va a crear”, alertó Borrell.

ONU

Crimen de guerra. El nuevo desplazamiento forzado que están sufriendo los palestinos en Rafah,puede ser nuevo crimen de guerra de Israel, dijo ayer una portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Sánchez

Reconocimiento de Palestina. La portavoz del Gobierno español, Pilar Alegría, reafirmó la voluntad de reconocer a Palestina como Estado en el primer semestre del año conforme al “calendario” fijado por Pedro Sánchez.

Protestas

Universidades. Estudiantes de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) se sumaron con actos reivindicativos y acampadas a las protestas internacionales en apoyo a Palestina que comenzaron en Estados Unidos y que se han ido extendiendo por otros países.