Que las Izquierdas Confederales no se presenten juntas me parece un gravísimo error, pero seguro que habrá unos argumentos bien solidos, vehementes e insalvables de blablablabla..., aunque no me sorprende mucho, no así como lo que sucedió hace 4 años, cuando Teresa Rodríguez anuncio su salida de Podemos por diferencias estratégicas. Este espacio social cada día se parece más a un invernadero lleno de pequeñas macetas y tiestos con sus parcelitas de poder correspondiente para el disfrute gozoso y la auto complacencia decadente del horticultor y horticultora de turno, y que solo se consiguen hacer más extensos esos terrenos cuando se abona con algún fertilizante con label y mucha parafernalia patriótica. Es realmente desalentador, muy triste y cabrea mucho que algo por lo que sentirse orgulloso y sin complejos, de haber sido la espoleta que ha mejorado la vida a tantísima personas con mejoras sociales y más justicia social, corre el riesgo de desaparecer por no querer perder de vista su propio ombligo, un ombligo por cierto sin ningún piercing que lo adorne y que se utilice de reclamo. Por eso a pesar de todo, hay que retomar la cordura y volver a ocupar un espacio que siempre les ha pertenecido.