Cualquier pequeña mejora es mucho. Cualquiera. Y para muestra, un botón de gabardina: por ejemplo, si yo consigo salir a caminar y mi media es de cinco kilómetros a la hora y paso a hacer diez (lo sé, una barbaridad, es solo para que se me entienda el ejemplo), la mejora es grandísima.

En cambio, si mi vecino que sale en bicicleta, pasa de hacerse a la hora 30 kilómetros a hacerse 40, en comparación conmigo ha mejorado mucho menos, aunque realmente él vaya a 40 por hora y yo a unos míseros 10.