Condenado a 24 años de prisión el hombre de 44 años declarado culpable por un jurado popular de maltratar y asesinar a su pareja el 28 de diciembre de 2022 en un bar del barrio de San Francisco de Bilbao.

En su sentencia, el magistrado del tribunal que ha juzgado los hechos ha fijado una pena de 22 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, con agravantes de parentesco y discriminación por razón de género y atenuante de confesión, y 2 años de prisión como autor de un delito de maltrato habitual en el ámbito de la violencia de género.

Además, se impone al procesado cinco años de libertad vigilada tras el cumplimiento de la pena de cárcel y el abono de 90.000 euros a la hija de la víctima en concepto de responsabilidad civil.

DESARROLLO DE LOS HECHOS

Según los hechos declarados probados por el jurado en su veredicto, el interior de la Taberna Hilargi, le "propinó unas 18 cuchilladas de manera sorpresiva, sin que la víctima pudiera oponer defensa eficaz alguna".

La víctima presentó heridas causadas por un objeto de vidrio y marcas en el cuello compatibles con un intento de estrangulamiento. Tardó aproximadamente una hora en morir mientras se desangraba.

SENTENCIA

La resolución, que no es firme y cabe recurso ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia, recoge que el jurado tuvo en cuenta la confesión del procesado, las periciales de los médicos forenses y las imágenes captadas por la cámara del bar que la pareja regentaba. Por estos motivos, la sentencia concluye que ha existido prueba de cargo para fundamentar el veredicto de culpabilidad.

La grabación fue vista en el juicio y no dejó duda alguna que "él fue el autor de la agresión que causó la muerte de la mujer". También estiman probado que el ataque fue sorpresivo y sin opción a que la víctima pudiera defenderse.

En las imágenes de la cámara del bar se observa que estaban manteniendo "una conversación aparentemente cordial y sin aspavientos" y, "repentinamente", el acusado la tira al suelo y arrastra a su pareja por la cocina.

"No vemos qué ocurre en la cocina pero es evidente que el cuchillo estaba ahí y rápidamente comienza a acuchillarla", recoge la sentencia.

MALTRATO HABITUAL

De la misma manera, por el modo de causar la muerte, el acusado aumentó "deliberadamente el dolor" de su pareja, a la que también maltrataba de manera habitual "mediante el ejercicio de la violencia física y psíquica".

Respecto al delito de maltrato habitual, la resolución afirma que ha quedado acreditado que el hombre agredía físicamente a su pareja y controlaba su vida por la confesión del procesado, quien además cuenta con otra sentencia firme por maltrato sobre otra mujer, y por la declaración de varios testigos.

ATENUANTE DE CONFESIÓN

No ha quedado acreditado que el acusado fuese alcohólico y en el momento de los hechos tuviera afectadas sus facultades por la ingesta de alcohol y drogas, y tampoco la existencia de arrebato en su actuación.

"Nadie niega que aquella noche consumiera alcohol y mascara hojas de coca, pero en modo alguno quedó acreditado que existiera una afectación que justifique la aplicación de atenuante alguna por este hecho", añade la resolución.

Se reconoce la atenuante de confesión porque el procesado reconoció los hechos antes de conocer que existía un procedimiento contra él, pero no en el grado de "muy cualificada" como pretendía su defensa.

DESARROLLO DEL JUICIO

El tribunal desarrolló la vista oral durante cinco sesiones entre el 8 al 14 de abril. Comenzó con la selección del jurado popular quien decidió sobre la culpabilidad o inocencia del presunto asesino de 44 años, de nacionalidad boliviana y en prisión provisional, quién testificó esa misma jornada.

En el juicio, las personas que compusieron el tribunal del jurado escucharon, después de la declaración del acusado, a los policías que intervinieron en la investigación del crimen, así como a la hija de la mujer fallecida y a un testigo a quién el acusado contó que había matado a Rebeca poco después de los hechos.

Además, los médicos forenses explicaron al jurado el resultado de la autopsia al cadáver de la mujer y señalaron un posible relato de cómo se produjo su muerte, según el análisis de las lesiones que presentaba la víctima.

INCIDENTE PREVIO

El día siguiente al asesinato, algunas amigas de la víctima señalaban que la relación con la pareja “estaba mal” y “tenía problemas”, pero nunca les trasladó que el hombre la maltratara y solo hablaba de “cosas bonitas para seguir luchando”.

Sin embargo, otra de sus amigas aseguró que el ahora condenado tenía una orden de alejamiento con otra chica “por maltratador”, según le contó esa mujer y “sabe toda la comunidad latina del barrio”.

En el juicio, agentes de la Policía Municipal de Bilbao relataron que detuvieron al hombre por un delito de violencia machista a primeros de ese mismo mes tras un incidente ocurrido también en el bar y en el que, según explicaron, se comprobó que la víctima había sido agredida mediante las grabaciones de las cámaras aunque ella lo negó.