El Lointek Gernika logró ayer un triunfo liberador y muy necesario que fue celebrado en Maloste con una explosión de alegría y mucho alivio por lo que supone. Pocos minutos antes el Jairis había logrado vencer al Valencia por lo que el equipo granate corría el riesgo de caer de los puestos de play-off con la amenaza del duelo clave de la semana que viene ante el conjunto murciano. Sin embargo, el Lointek Gernika rescató de su armario sus mejores galas, ese traje de matagigantes que le ha llevado a derrota en casa a los tres primeros clasificados: el Valencia Basket, el Perfumerías Avenida y, ayer, el Casademont Zaragoza, que en un par de semanas defenderá su título de Copa y ha estado a punto de colarse en la Final Four de la Euroliga.

Las aragonesas amenazaron con escaparse en el primer cuarto cuando lograron un 9-19 gracias a su acierto desde el perímetro. El Lointek Gernika parecía intimidado por la calidad de su rival, pero un tiempo muerto de Lucas Fernández recondujo el partido y sus jugadoras se soltaron y se aplicaron con más energía. En este sentido, destacó la brillante actuación de Maya Dodson en su mejor actuación desde que está en el equipo gernikarra, no tanto por los dieciocho puntos que anotó, sino por su influencia en el choque por su capacidad de intimidación y decisión a la hora de encarar el aro.

Un parcial de 12-3 igualó el choque y las locales fueron creciendo poco a poco desde la defensa, que con sus alternativas creó problemas al Zaragoza. Otra de las claves era agarrarse al partido porque, como ocurrió, el equipo visitante tenía que acusar el desgaste de las últimas semanas. Las piernas pesaban a las jugadoras de Carlos Cantero y sus porcentajes de tiro fueron a menos con el paso de los minutos, aunque su calidad individual suponía una amenaza constante.

El Lointek Gernika ya mandaba al descanso y abrió la segunda mitad con un triple de Rosó Buch para una ventaja de siete puntos (33-26). Vega Gimeno contestó, pero las mañas avanzaban a fogonazos y un triple de Dodson, venida arriba definitivamente, colocó un 42-35 y otra canasta de la estadounidense elevó la ventaja a ocho puntos en unos minutos en los que el Zaragoza no lograba ver el aro y el rebote era granate. Sin embargo, dos acciones de tres puntos de Ainhoa Gervasini y Tanaya Atkinson metieron el miedo, lo mismo que seis puntos seguidos de Serena Geldof, un factor inesperado, dejaron el 51-50 a a 6.38 del final.

Era el momento de la templanza, de no cometer errores evitables, y Laia Flores se encargó de poner la pausa en los ataques del Lointek Gernika, que también tuvo determinación para llevar el barco hasta la orilla pese a la persecución constante de un equipo que no suele rendirse. Tres tiros libres de Stephanie Watts a dos minutos del final fueron decisivos porque el Casademont Zaragoza ya no tenía fuerzas y todos sus intentos de recortar la distancia encontraron el hierro. Así, las gernikarras celebraron un triunfo que es un balón de oxígeno en un momento en que la clasificación apremiaba como nunca en las últimas temporadas.

Recompensa al trabajo

“Hay que felicitar al equipo y a la marea granate por el ambiente que ha generado. Hemos tenido solidez y seriedad y hemos jugado de tú a tú ante un rival que nos iba a exigir eso y nos ha llegado la recompensa al trabajo del día a día de cada jugadora. Nos hemos sentido competitivas de nuevo y hemos dado una alegría a la afición que se la merecía”, resumió el técnico del Lointek Gernika.